Actitud frente a currículum: lo que priorizan los despachos de abogados a la hora de contratar un becario
Con la llegada del verano, también se abren las oportunidades para las prácticas de los estudiantes. Los despachos de abogados comienzan a abrir un proceso de selección para incorporar a su equipo un grupo de jóvenes llenos de ganas, ilusión y talento.
Confilegal ha querido contar con la opinión de Menéndez Abogados sobre qué criterios son los más relevantes a la hora de elegir al perfecto candidato. A estas cuestiones responde nuestro socio, David Núñez Fernández.
Pasión por la materia
Según explica David, lo que principalmente se busca desde Menéndez Abogados es a personas que tengan un gran interés en la materia en la que están especializados, que es Derecho Medioambiental y Público.
Como la experiencia en estos casos suele ser mínima, lo que más se valora es la actitud, las ganas de aprender y la proactividad. «En este sentido, tenemos en cuenta que hayan escogido asignaturas específicas sobre derecho público o que hayan participado en eventos o conferencias sobre la materia». Es más, si demuestran tener interés, estar implicados y capacitados, «con toda probabilidad» pasarán a ser junior.
«Un elemento esencial a la hora de escoger a los becarios es lo que nos exponen en sus cartas de presentación. Pero, lamentablemente, en muchas ocasiones nos encontramos con modelos estereotipados», detalla Núñez Fernández.
En Menéndez Abogados los becarios cobran. No obstante, como los estudiantes en prácticas les llegan a través de las universidades, su retribución está establecida en los convenios que firman. Ahí se fija un precio por hora que suele variar en función de si es alumno de Grado o Máster.
Para el socio de Menéndez Abogados, los becarios aportan a un senior su pasión por aprender y desarrollarse, así como una percepción de la realidad distinta por motivos generacionales. «Y, desde luego, el manejo de la tecnología y medios digitales».
Incluso les han aportado, en varias ocasiones, perspectivas distintas que les han permitido mejorar el resultado de un caso.
Por ejemplo, un becario, que hacía un doble grado francés-español, bajo su supervisión, hizo un análisis de las concesiones hidroeléctricas en Francia «que resultó muy enriquecedor para un asunto concreto».
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